Indígenas vuelven a protestar en Brasilia
Los manifestantes bloquearon el Ministerio de Justicia.
Unos 500 indios de diversas etnias se congregaron este sábado frente al Ministerio de Justicia en Brasilia y bloquearon todos los accesos al edificio, en una nueva protesta por un proyecto que propone alterar la forma de establecer sus reservas.
Así como ocurrió el pasado martes, cuando llegaron a enfrentarse con la policía en una manifestación contra el próximo Mundial de fútbol a la que se unieron, los indios se presentaron ataviados con plumas, sus rostros pintados y armados con arcos y flechas.
"Estamos aquí para repudiar esos cambios propuestos en el proceso de demarcación, que son antidemocráticos y agravarán la situación en las tierras indígenas", declaró a periodistas Lindomar Terena, uno de los organizadores de la protesta.
Terena aseguró que el bloqueo al Ministerio de Justicia, que se desarrollaba en forma pacífica, será mantenido hasta que el titular de ese despacho, José Eduardo Cardozo, "acepté un diálogo" sobre el asunto.
El proyecto de ley que rechazan los indios ha sido elaborado por el Ministerio de Justicia y propone que la responsabilidad por la demarcación de las reservas, que hasta ahora es de la Fundación Nacional del Indio (Funai, estatal), sea transferida al Congreso.
Los indígenas se oponen a esa alteración, pues alegan que en las cámaras legislativas existen grupos parlamentarios que representan los intereses de los empresarios del campo, con los que mantienen diversos conflictos por la propiedad de las tierras.
La Asociación de Pueblos Indígenas, que ha organizado las protestas en Brasilia, sostiene que esos conflictos son el origen de la inseguridad que se vive en muchas de sus tierras.
De acuerdo a un reciente informe de la Comisión Pastoral de la Tierra, organismo vinculado al Episcopado brasileño, el año pasado quince miembros de comunidades indígenas fueron asesinados en medio de disputas por la propiedad de las tierras.
Según el informe, la etnia yanomami fue la principal víctima de esos conflictos durante 2013, cuando cinco de sus miembros fueron asesinados en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela.